sábado, 30 de julio de 2011

Capitulo 2

“Adam me gustaba” pensé, como había podido pasar y lo más importante por qué. Me levante y fui directa a casa, mi madre me dejo una nota en la nevera:
“Me he ido al parque con tu hermano, Te quiero mamá”
Subí a mi habitación, me senté en mi cama, después de mucho pensar me decidí, salí por mi ventana y subí las escaleras de incendio hasta dar con el cuarto de Adam, y allí estaba triste por lo que pude ver, entré.
- ¡Eh! -dije sonriendo.
- ¡Valery! -dijo alegrando la cara.
- Pensabas que iba a permitir que te fueses sin despedirte -dije mientras le abrazaba.
- Estaba preocupado -dijo apoyando un cabeza en mi hombro.
- ¿Por?
- Pensaba que… tú y Sam estabais juntos.
Reí.
- ¿Sam y yo? -dije mientras me separaba de él.
- No te rías -dijo sentándose en la cama.
- Es que es muy gracioso -dije mientras él me cogía y me ponía en sus pies.
- Te voy a echar de menos -dijo mientras me rodeaba con sus brazos.
- Y yo… y yo -dije mientras rodeaba su cuello con mis brazos.
Pasamos varios minutos así, hasta que se levantó y cogió entre sus brazos.
- ¿Qué haces? -pregunté riéndome.
- Hoy te quedas a dormir -dijo mientras me dejaba en su cama.
- ¿Tú estás tonto? -dije riéndome.
- ¿O bajo yo mejor? -dijo riendo y poniéndose encima de mía.
El corazón me latía tan fuerte que temía que lo escuchase, tenía ganas de besarle y decirle que me gustaba, me separaban pocos milímetros. Nos estábamos mirando a los ojos, él se mordió el labio inferior, yo sabía lo que significaba, no podía ser posible, yo a él también le gustaba o me lo estaba imaginando, no quise arriesgarme.
- No, mañana tienes que levantarte temprano -dije mientras me separaba de él.
- ¿Y? -dijo mientras se acostaba.
- ¿Qué no puedes quedarte a dormir en mi casa? -dije burlona.
- Pues te quedas -dijo mientras me agarraba y me tiraba encima suya.
- Y si mi madre se entera, me mata -dije levantándome.
- Valery, hoy dormiremos juntos, me da igual donde -dijo mientras se acercaba y me abrazaba.
Baje, como tenía hambre me puse a preparar unos espaguetis, creo que es el plato que mejor me sale. Y justo al terminar mi hermano y mi madre entraron por la puerta.
- ¡Mira mami! -dijo mi hermano mientras señalaba la comida.
- Hmmm, espaguetis a lo Valery -dijo burlona.
Nos sentamos a comer, riendo y bromeando.
- Hoy me duermo temprano porque Adam se va por la mañana y quiero despedirme.
- Vale -dijo mientras cogía un cacho de pan.
Después de cenar me duche y le las buenas noches a mi madre y a mi hermano, para que no se diesen cuenta de que no estaba, subí y vi que me estaba esperando.
- ¡Al final aquí! -dijo riendo.
- Calla -dije mientras me acostaba en su cama- la mía es mejor -dije riendo.
- ¿A, si? -dijo mientras se tiraba encima de mí y me hacía cosquillas.
- ¡Para! -dije riendo.
- ¡Shh! -dijo mientras paraba de hacerme cosquillas y se llevaba el dedo a la boca como gesto de que no hiciese ruido.
- No me hagas cosquillas entonces -dije susurrando -Mañana te tienes que despertar temprano, pues venga -dije sonriendo.
- Quiero estar más contigo -dijo acercándome a él.
- Ya, pero mañana tienes que coger un vuelo -dije mientras me acomodaba en el sofá.
- ¿Qué haces? -dijo riendo.
- Has dicho que durmiese aquí.
- Pero conmigo -dijo mientras se levantaba.
- No, yo duermo aquí y tú allí -dije mientras me incorporaba.
- Si tú duermes aquí, yo también -dijo sentándose a mi lado.
- ¡No! -dije alejándome.
Me cogió y me dejo en su cama a continuación se acostó a mi lado.
- Quiero dormir contigo -me susurró al oído.
- Pero yo no -mentí.
- ¿Por qué? -dijo mientras yo me sentaba.
- Porque no.
Se levanto y se pegó a mí, su pecho estaba junto a mi espalda, sus manos me rodeaba y su cabeza estaba apoyada en mi hombro.
- Yo quiero -dijo -quiero -repitió.
- Adam, esto no está bien -dije separándome.
- ¿Por qué? -dijo mientras vio que me iba -¿A dónde vas?
- Ah sido mala idea
-dije yéndome.
Me siguió.
- Adam, vete -dije en voz bajita para que mi madre no se despertase.
- No -dijo poniéndose enfrente de mí.
- Adam…
- No -dijo interrumpiéndome -quiero dormir contigo y eso haré, si no, no dormiré.
- Adam, sabes que me harán si se enteran de que he dormido contigo
-dije mirándole a los ojos.
- Sabes que haré si no duermes conmigo -dijo desafiante.
- ¿Qué? -dije sonriendo.
- Moriré -dijo acercándose un poco más.
- ¿Morirás? -pregunte extrañada.
- Si -dijo mientras se pegaba completamente a mí- quiero, dormir contigo.
- Vale
-dije vencida- pero mañana por la mañana te largas.
Sonrió, se quitó la camisa y se acostó.
- ¿Qué haces? -dije mirando sus abdominales.
- Es que no me gusta dormir con camisa -dijo guiñando un ojo.
- ¿Y pretendes que duerma contigo así? -dije apoyándome en el armario.
- Si -dijo mientras se levantaba, me levantaba y me llevaba a la cama.
Nos acostamos en mi cama, yo estaba apoyada en su pecho.
- ¿Tienes frío? -me preguntó.
- No -dije.
- ¿Segura? -dijo.
- No -dije riendo.
Me abrazó, no podía dormir y por lo que se veía el tampoco porque me estaba acariciando el pelo.
- Oye, son las 3 -dije mirando la hora.
- ¿Qué, ya? -dijo triste.
- Vete -dije levantándome.
Se acercó y me beso en la mejilla algo cerca de la boca diría yo.
- Vente conmigo al aeropuerto -dijo abrazándome.
- ¿Y tú familia?
- Les dije que iría solo.
- ¿Y cómo me despediré de ti?
-bromeé.
- Quiero que vengas - dijo.
- Vale, me cambio.
Paso a buscarme media hora después, le deje una nota  a mi madre diciendo que me iba al aeropuerto, cuando llegamos estuvimos esperando.
- Me encantas -dijo besándome una mejilla y poniéndome a sus pies.
- Lo sé -dije riéndome.
- Te adoro -dijo besándome la otra mejilla.
- También lo sé -dije mientras seguía riendo.
- Te quiero -dijo besándome pero esta vez en los labios.
- ¿Qué haces? -dije apartándome de él.
- Te quiero -dijo mirándome a los ojos.
- ¿De verdad? -pregunté miedosa.
- Te quiero -dijo mientras me volvía a besar.
No me lo podía creer le gustaba.
- Eres preciosa -dijo apartándome el pelo de la cara- tu pelo castaño que me encanta, tus ojos  verdes que  adoro y tu boca -dijo antes de besarme.
- A mi me encantas tu -dije mirándole a los ojos.
- Me alegro, porque no quiero que nadie más te encante -dijo acariciándome la cara - no me quiero ir, ahora no.
- Te echaré de menos -dije abrazándole.
- No lo has dicho -dijo apartándome.
- ¿Perdón? -dije extrañada.
- ¿Te gusto? -dijo mirándome a los ojos.
- No -dije mirándole y viendo como sus ojos se llenaban de lágrimas- Te quiero -dije después de besarle.
- No vuelvas a hacerlo -dijo asustado.
- ¿Qué creías, que beso a todo el mundo? -dije riendo.
- Eres perfecta -dijo mientras  me rodeaba.
- Te tienes que ir -dije desviando la mirada para que no notará que iba a llorar.
- No quiero -dijo girándome la cara.
- Pero es así -dije notando que se me caía una lágrima.
- Prométeme que me esperaras.
- Lo prometo
-dije mientras me levantaba y le acompañaba a embarcar.
- ¡Te quiero! -gritó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario